Entró la primavera,
con aromas de color.
Tu cara se tornó pálida,
triste y desojada flor.
Recuerdos en el ayer,
con tanta fuerza y valor
Sonríes sin desfallecer,
al desinteresado amor.
Vagando por el camino,
lleno de luz y color
La vida le dio consuelo
para encontrar el amor.
Cual velero sin destino
cobijo para vivir.
Cómo alegre peregrino,
la fuerza para seguir.
Aquella tarde florida
todo arriaba color.
Luché con fuerzas
por conseguir tu amor.
Ese amor te dio un lucero,
él te ayuda a sonreír,
iluminando el sendero,
de ese camino a seguir.
Bonitos versos para ver la primavera, aunque aquí, tengamos que cerrar los ojos en este otoño.
ResponderEliminarUn abrazo.