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viernes, 9 de abril de 2021

UNA PÁGINA DEL DICCIONARIO

ENFRENTADA, ENFADADA, ENFERMA, ENFURECIDA. Un día más enfrentadaa convivir con la soledad. Nada cambia. Me levanto temprano,cuando apenas entran las primeras luces del alba por las rendijas de la ventana, tomo el primer café para luego poder ir al baño y después me maquillo los pómulos y me pinto los labios, el rímel no lo uso, pues me paso la mayor parte del día llorando. Me quiero evadir de lo que está pasando en todo el mundo. Estoy muy enfadada: los políticos en los medios de comunicación solo hablan tonterías, nada está claro para los ciudadanos del mundo, y la gente cada día está más enfurecida y preocupada. Nunca estuve enferma, no sabía ni dónde estaba mi centro de salud, y con este confinamiento todo me ha empezado a doler: la espalda, la rodilla, la cabeza…El no poder hablar con nadie me está matando; esta maldita pandemia vivida en soledad me está llevando al borde de la locura: ¡Si hasta mi desolada vagina grita! ¿Existe un lugar en el que no esté este malditovirus?

Comparando y metaforizando...

En mitad de la noche el ruido del despertador es un taladro en mis oídos. La habitación está fría, desolada; siento cómo un escalofrío recorre mi cuerpo al recordar el pasado, mi mente es un volcán de ideas tenebrosas que me atormentan desde aquella noche oscura y fría en la que se fue de mi lado, dejándome triste y desamparada. Y aún puedo sentir cómo la muerte se esconde tras las sombras esperando su revancha, aquí, en este lugar del mundo en el que me encuentro perdida en medio de la nada. Esta noche como tantas otras observo cómo las negras nubes, cargadas como panzas de burra, amenazan con rasgarse y caer; el fuerte viento, bestia enfurecida, se atreve sin piedad a sacudir los árboles y hace crujir los cristales de la desgajada ventana. Tengo que pelear contra esta depresión para no sentirme como una pobre niña desamparada e invisible, que espera impaciente una caricia, una palabra de aliento…