Seguidores

sábado, 29 de mayo de 2021

Carta de amor sin “E”

Admirada amiga: Marta, no imaginaba cómo yo podía añorar tanto no contar con tu amistad. Somos amigas, lo fuimos, magníficas amigas, no podíamos pasar la una sin la otra y, sin ningún motivo, nos distanciaron y, sin ningún motivo, rompimos tan bonita amistad. No consigo agrupar las palabras para trasmitir cómo ha cambiado mi actitud hacia ti, ya no soy la misma niña, todo ha cambiado, mi forma de actuar plantando cara a la vida, ya no soy una niña, soy una adulta, la cual ama a su amiga Marta con locura, con todo su corazón. Has sido amada como nunca por tu amiga. Añoro cada vez más pasar cada día contigo a solas,disfrutar días fantásticos las dos por la playa, playa tapizada de grandiosas palmas, aguas cristalinas y manto dorado. Y cuando salga la luna, caminar por la playa solitaria cogidas por la mano. Y así, sin ataduras, tú y yo, unidas por la pasión, vivir sin cuidado a las maliciosas habladurías. Tu amor para toda la vida, Cristina.

viernes, 7 de mayo de 2021

SARCASMO E IRONÍA

Cada día del año, Manolo iba al cementerio tanto en verano como en invierno.Siempre se sentaba en uno de los bancos de la entrada del Campo Santo. Uno de esos días pasó por su lado un amigo, y le dijo: —Manolo,¿estás ahí para que te pille más cerca? Manolo le contestó con cara de pocos amigos: —No creas, es para no perderme el espectáculo y poder verlo en primera fila cuando te traigan. —¡No esperaba menos de ti, Manolo! ( María J.Galeote, 2021)

MIS VIAJES CONTIGO

Se despiertan mis recuerdos y los pongo a trabajar, en este día en el que el tímido sol del mes de abril se abre paso entre las grises nubes. Me vienen a la mente esos sábados que te tocaba trabajar y me invitabas a irme contigo, porque sabías que se hacía cierto lo del estribillo del bolero: “Si tú me dices ven, lo dejo todo…”. Y lo dejaba todo y te acompañaba y me iba contigo de copiloto en el camión de CAMPSA a los pueblos de Granada y Almería a repartir cargas de gasoil o de gasolina. Eran otros tiempos en los que no había tantas normas ni prohibiciones. Ahora sería imposible poder vivir esas maravillosas experiencias que yo vivencié contigo: besos, risas, confidencias… Todo quedó allí para siempre, en la cabina de aquel enorme camión de catorce ruedas y siete metros o más de largo. También me vienen las reminiscencias de esos otros viajes, ya en tiempos de tu jubilación, cuando pasaste de árbitro federado de fútbol de tercera división a informador de los partidos. También cada domingo yo viajaba contigo en nuestro coche cuando tenías que hacer los informes de los partidos que se disputaban en los distintos pueblos de la provincia de Málaga: Benalmádena, Torremolinos, Torrox, Torre del Mar… Y mientras tú hacías tu trabajo en el campo de fútbol yo recorría cada pueblo palmo a palmo: plazas, iglesias, jardines, tiendas… Esos domingos y esos sábados, el solo hecho estar contigo era para los dos toda una fiesta; no hacían falta ni bebidas ni farolillos. Cani (como solía llamarte), tus recuerdos los guardaré para siempre en lo más profundo de mi corazón. Tú serás para siempre el amor de mi vida. (María J. Galeote, 2021)