No
ere lo habitual que transportará paquetes tan grande en mi camión, pero ese día
mi jefe me llamo al móvil para que de inmediato me personará en su casa.
Al ver el paquete me hizo sospechar, era una caja de madera de dos metros de larga por sesenta centímetros de ancha de dónde salía un fuete hedor muy desagradable.
Al ver el paquete me hizo sospechar, era una caja de madera de dos metros de larga por sesenta centímetros de ancha de dónde salía un fuete hedor muy desagradable.
--Ayúdame
a sacar esto de aquí y a montarlo en el camión. Hay que tener mucho cuidado
para que no lo pueda ver nadie.
Al
subir a la cabina del camión mi jefe se acercó y me dijo.
---Esta
cárgala la llevas a la puerta del cementerio y la deja allí. Ese es su destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario