habían echado encima, no podía moverme y no podía hacer nada para evitarlo. No conseguía correr por más que lo intentaba las plantas de los pies las tenía clavadas al suelo balanceando mi cuerpo hacia delante como una frágil hoja de papel movida por el viento.
El miedo se apoderó de mí. No sabía que iban a hacer conmigo, que planes tenían para mí aquellos seres extraños y malvados. Lloré acongojada, el corazón me palpitaba muy deprisa con la boca seca y con un sabor amargo ya que no podía librarme de ellos.
De pronto, una gran nube negra se posó sobre mí envolviéndome y liberándome de aquella opresión angustiosa.
Creado
por: Maruja. J. Galeote.
Sentí algo de miedo imaginando la escena, esas pesadillas son una tortura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también sentí un poquito de temor. Muy bien transmitido Maruja. Un fuerte abrazo y buen fin de Semana. @Pepe_Lasala
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