El
año pasado mi amigo Carlos, prestó sus servicios de voluntario en uno de los
países más pobre y recónditos de África. No sabía que llevar a aquellos niños
olvidados, que fuese útil y sorprendente para ellos. Le habían
dicho que aquellas criaturas no conocían el material que se usaba en los
colegios de los países desarrollados. A sí, que compró una pizarra de color
verde y unas cajas de tizas blancas y amarillas. Nada más llegar a la pequeña
aldea, y ante el asombro de los chavales, colgó la pizarra en la pared de adobe
del habitáculo que serbia de aula, con una de las tizas y escribió una palabras
con letras muy grandes para que todos pudiesen verlas. Pizarra nueva. ¡¡¡Que la disfrutéis!!!
Palabras que ellos no podían comprender porque aún no sabían leer.
Creado por Maruja. J. Galeote.
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domingo, 22 de febrero de 2015
“El VOLUNTARIADO"
Etiquetas:
Trabajo del taller de escritura.
Pensamientos positivo: empatía, mistad, sinceridad...ser amiga de mis amigos, amar la vida, sentirla, vivir y dejar vivir...
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Es de admirar la labor de los voluntarios, como tu amigo.
ResponderEliminarUn abrazo, Maruja.
Admiro a todos lo voluntariados del tercer mundo.
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ResponderEliminarSeguramente alguien se las leería y entenderían la bondad del regalo.
Me gustó.
mariarosa