Después de algunos años,
yo ya no soy la que era.
Mi cuerpo pasa factura,
y no lo puedo cambiar.
Son como surcos en piedra,
que no se pueden borrar.
Deberían ser en tierra,
en esa arena del mar.
Siento aquel amor lejano,
aquél que no volvió más.
Y mi cuerpo se estremece,
cuando lo veo pasar.
Escribo mis sentimientos,
caminando sin parar.
He recorrido el sendero
y no lo puedo olvidar.
yo ya no soy la que era.
Mi cuerpo pasa factura,
y no lo puedo cambiar.
Son como surcos en piedra,
que no se pueden borrar.
Deberían ser en tierra,
en esa arena del mar.
Siento aquel amor lejano,
aquél que no volvió más.
Y mi cuerpo se estremece,
cuando lo veo pasar.
Escribo mis sentimientos,
caminando sin parar.
He recorrido el sendero
y no lo puedo olvidar.
Te queda, espero, mucho camino por recorrer. ¡VAYA!
ResponderEliminarUN ABRAZO