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viernes, 4 de junio de 2021

UN ATAQUE DE NERVIOS

El móvil sonó como un taladro en mitad de la noche. Era un mensaje de la Dirección del Periódico. “Tiene que cubrir una noticia, ha ocurrido un suceso en la calle Mayor; en diez minutos tiene que estar allí, en el lugar de los hechos. ¡No se retrase! Se tiró de la cama, se puso la gabardina, se calzó los zapatos, metió en el bolso la cartera de los apuntes y, como alma que sigue el diablo, salió a la calle. Aún no habían clareado las primeras luces del día y una lluvia fina y persistente cubría las calles. Al cruzar una de ellas, no se percató de la existencia de una alcantarilla y el tacón de su zapato de siete centímetros quedó prisionero en la raja, sin opción a indulto, por más que lo intentara una y otra vez. Sin saber qué hacer gritó desesperada, pero nadie acudió en su ayuda y los nervios se apoderaron de ella. ¡Le había dado un ataque de nervios! “Mi primer día de trabajo, no podré cubrir la noticia, me despedirán y nadie volverá a contratarme. ¡Soy un desastre!”

1 comentario:

  1. Y cuántas veces pasan cosas similares!!!Precioso relato Maruja!!!!

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