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lunes, 25 de enero de 2021

CUENTO FANTÁSTICO

Solo era una niña de siete años a la que le tocó vivir esos años de una manera extraña. Nunca había visto la cara de ninguna persona sin mascarilla, para ella era algo habitual ya que incluso cuando nació su madre la tenía puesta. Veía sin ser cierto a todas las personas con mascarilla. Unos días antes de Noche Buena se encontraba sentada en un banco del parque, un señor con una bata blanca y con un libro en la mano se acercó a ella y se sentó a su lado, sin pronunciar una palabra abrió el libro y comenzó a leer. Él intentaba con la lectura de ese libro de psiquiatría ayudarla pero no disponía de mucho tiempo, tenía que visitar a un sinfín de pacientes en su consulta. No dejó ni un solo día de acudir a la cita y con aquellas lecturas continuadas consiguió que la niña en poco tiempo, volviese a la realidad. Ya nadie usaba mascarilla ni existían restricciones entre los pueblos. Este año podrían visitar a su familia, hacía años que no habían ido al pueblo. Sí, estas Navidades podrían visitar a sus abuelos y primos que vivían lejos de la ciudad. La noche anterior a la Noche Buena, en el silencio de la noche, escuchó a su madre decirle a su padre: “Estoy harta de cocinar y tendré que llevar la cena de Navidad al pueblo, tus hermanas y tu madre no llevarán nada de nada, solo la boca para comer, y esos sobrinos tuyos son como buitres hambrientos. Al día siguiente, apenada, le dijo a su madre: “No te preocupes por la cena mamá, yo solo quiero ir con uno vestido largo a visitar el Belén que han puesto en la iglesia del pueblo”. “Tú no estás bien hija, la gente se burlará de ti” La madre acabó llevándola a la terraza y la dejó pasear libre con su vestido largo de tul, decorado de estrellas plateadas. Un ángel del cielo bajo hasta la terraza y la rescató de aquella pesadilla.

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