Seguidores

jueves, 23 de abril de 2020

LA HERENCIA



Querida hija, creciste antes de tiempo perdiendo la niñez y la juventud al tener que trabajar desde muy pequeña. Sé, aunque nunca lo dijiste, que siempre te gustó viajar y nunca pudiste realizar tu sueño. Mas nunca tuvimos dinero para gastar en viajes, la vida para nosotros no fue nada fácil. Por eso, con lo poco que pude ahorrar de la mísera pensión en estos años, le pedí a tu tío Pepe que comprara, un pasaje para un crucero por Italia, para ti y para tu marido, al que he querido como a un hijo. También, una entrada para una butaca de patio en el Teatro de la Comedia. Sé que aunque nunca lo dijo, siempre le gustó el teatro.
Que no se te olvide. Dale a mi nieta Miriam los pendientes que me regaló el abuelo cuando nos casamos, que a ella siempre le gustaron.
Te sorprenderá saber que no fuiste mi hija biológica. Ese fue mi secreto mejor guardado durante tantos años. No quiero que pienses que por eso te quise menos, siempre te quise más, que incluso a mi propia vida.

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario