Cada día se hacía más insoportable para los
habitantes de la isla, la vida en aquel lugar inhóspito en el cual se sentían
atrapados por la enfermedad, y la muerte siempre presentes. En aquella sociedad
de tiranos que no sabían o no querían poner fin a tanta desgracia y dolor de
sus habitantes. Un anochecer cuando estaban todos reunidos junto a la hoguera, vieron
como un artefacto luminoso se posaba
ante sus ojos. Caminaron sin fuerza cogidos unos a otros, no podían
caminar y se arrastraban en un último esfuerzo. Unos seres extraños de rostros
deformes los esperaban en su interior enfundados en unos trajes metálicos
plateados, no hicieron ni una sola pregunta, aquellos seres marginados, solo
ansiaban una cosa, un solo deseo, un solo fin, formar una nueva sociedad más
justa que cuidara de ellos, y no volver jamás aquel horrible lugar donde habían
nacido y fueron tan desgraciados.
Creado por Maruja. J. Galeote.