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lunes, 17 de junio de 2013

LA FOTOGRAFÍA

Por primera vez sentí  miedo al entrar en casa, el salón se encuentra en penumbras iluminado por la tenue luz que se filtraba a través de las rendijas de la ventana. Me incliné con suma dificultad para llegar al suelo y recoger una fotografía que se hallaba pisoteada y muy sucia en medio del salón ¿Quién la había dejado allí? Es una mujer joven y muy hermosa de ojos grandes y cabello largo y sedoso aunque sus rasgos no son muy inteligibles debido al deterioro de la cartulina. La sostengo entre las mano intentando recordar. Miro a mi alrededor: son los mismos muebles, los mismos cuadros colgados en las paredes, mi angustia crece al contemplarlos, los veo pero no los reconozco, los siento ajenos y distantes, incluso más sucios e indecorosos que nunca y me pregunto aterrada… ¿dónde estoy? Camino por el pasillo y llego  hasta el  dormitorio, estaba igual que siempre, pero no era el mismo, la mesita de noche con viejos libros apilados, las pequeñas gafas sobre ellos. Me senté en el borde de la cama, me puse las gafas y di la vuelta a la fotografía que aún sostenía en las manos y leí la dedicatoria.
“Para que nunca se te olvide”.
Un miedo aterrador me invadió. ¿Quién era la chica de la foto?, ¿Quién escribió esta dedicatoria? Los primeros síntomas habían comenzado…


sábado, 8 de junio de 2013

NO HAY OBSTÁCULO PARA EL AMOR

Me llamo Nacho y tengo 17 años. Hace unos tres meses conocí a un chico por internet, que vive al otro lado del mundo. Yo nunca creí que en el amor a través de las redes sociales, siempre me pareció una estupidez, pero me enamoré el mismo instante en que cozamos a chatear y a mandarnos mensajes. Nunca supe cómo pasó todo. Cada día hablábamos hasta altas horas de la madrugada. Él me contaba su vida, sus temores, deseos e ilusiones. Un día me dijo que se había enamorado locamente de mí. Me quedé atónito. Al principio no le creí aunque él insistía en que me amaba de verdad, que la distancia no era un inconveniente para nuestro amor. Yo no le di mucha importancia a todo aquello, pero los días iban pasando y sentía algo dentro de mí, sentía que algo había cambiado en mi interior, y me di cuenta de que yo también me había enamorado de él, no de su físico, ni de su carácter, simplemente me enamoré de él. Cuando estuve seguro de que mis sentimientos eran verdaderos se lo dije, que no había ningún impedimento por mi parte, que le amaba y que no podía vivir sin él. Actualmente llevamos tres meses amándonos sin ningún impedimento ni ataduras él allí y yo aquí, soy feliz, siento que está junto a mí a pesar de la distancia que nos separa. Lo cierto es que no sé si algún día voy a encontrar con él,  si podremos vernos y estar juntos, o quizás no eso ya depende de nuestro destino, pero lo que sí  sé, es que le amo y que le voy a amar siempre, por qué mi vida sin él no tiene sentido.
La distancia entre dos seres que se aman no es un obstáculo si entre ellos  habita el verdadero amor…



domingo, 2 de junio de 2013

UNA DURA DECISIÓN


Quedé embarazada cuando sólo tenía quince años, mi irresponsabilidad de aquella noche de loco desenfreno  marcó mi vida para siempre.
Aún recuerdo con toda claridad, como si el tiempo no hubiese pasado, el momento en que me llegaron los dolores del parto, me dejaron allí, en el hospital,  tumbada  en una   cama en una fría y sombría habitación sin más compañía que las cuatro paredes que envolvían la cama de tubo blanca.
Guardo en mi memoria la tristeza que me embargaba, no podía pensar en lo que pasaría ese día, terrible día. Sólo lloraba sin consuelo. Mantenía las manos alrededor del vientre aferrándome a él, para que no se despegara de mis entrañas; le  pedía una y otra vez a mi bebe que aún no, que  por favor aún no se alejara de mí, pues mi decisión había sido entregarlo en adopción. Y para que mi dolor no fuera más duro, no quise saber antes de que naciera, el sexo. Lo quería sin conocer su sexo, sin conocer su rostro ni su voz... pero le pedí a la monja y a la enfermera que se encontraban en la sala  que  tan pronto el bebe naciera... se lo llevaran.  Cada uno de los veinte años que me separan de ese día  me he despertado pensando que solo fue un sueño; veinte años y no sé si existe en las vidas de otra familia, si es feliz, si conoce el por qué... Ha sido la decisión más dura y terrible que he tenido que tomar en toda mi vida.