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domingo, 1 de mayo de 2011

EL SEÑORITO MENDIGO

Cada tarde, cuando el sol se oculta tras el horizonte salgo a pasear con mi padre. Son paseos cortos, sus piernas no aguantan su pesado cuerpo y tiene que apoyarse sobre un bastón. Él conoce a mucha gente, sobre todo a personas que ya peinan canas con las que suele pararse para conversar.
Ayer se paró con un hombre muy mal trajeado y maloliente, portaba una bolsa mugrienta por la que asomaba un envase de un vino barato. Me llamó la atención sus manos con las uñas muy largas y ennegrecidas. Me preguntaba una y otra vez, como es posible tener unas uñas tan negras. ¿Es que nunca se las había lavado?
— ¿Sabes quién es? Preguntó mi padre al alejarnos para que no pudiese oírnos.
—Es, el señorito Andrés, el de la casa grande, el que tenía tantos criados y caballos, ese que comentaba todo el pueblo, que salía al atardecer y volvía con el alba. 
—No lo sé, no lo recuerdo. Respondí encogiendo los hombros.
—Dicen que le dio por jugar a las cartas, eso lo llevó a la ruina; ahora vive en la calle y duerme sobre unos cartones. No tiene ni un triste bocado de pan para llevarse a la boca. 
Me quedé ensimismado, perdido en los laberintos de mi memoria y recordé que alguna vez de pequeño pensé: cuando sea mayor me gustaría ser como él, guapo, elegante con el pelo engominado y negro como el azabache.
 ¡¡¡Señor!!! Como es la vida. Ya no queda nada de aquel hombre brillante, poderoso y atractivo que con su aspecto y simpatía se llevaba a todas “las chicas de calle”. Ya, no queda nada de él. Sólo unas sucias manos que portan una bolsa mugrienta…

6 comentarios:

  1. Hola amiga, eso es precisamente lo que esta pasando mucha gente se ve en la calle...Buena historia o no, la vida da muchas vueltas. Besos.

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  2. ¡Hola Marja! Tu historia, real como la vida misma.¡Lo que pueden cambiar las cosas......!
    Un abrazo.

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  3. Tu relato es una enseñanza de vida. Cuántos señoritos Andres, habra por el mundo, a quienes sus padres no les enseñaron que el trabajo es bueno y no hace mal.

    Rosa

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  4. Hola Maruja, qué acertado relato, tal real, tan actual. Y sí, no hay que envid.iar a nadie porque la vida puede dar un giro si no nos cuidamos.

    Me permites que lo grabe y suba a mi blog? y si me dices que sí, con qué nombre lo firmo? Pondría un enlace a tu blog también, por supuesto.
    Un fuerte abrazo y feliz día.

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  5. Maruja, acabo de subir la grabación de esta maravillosa historia y te invito a visitar mi blog y a decirme si te ha gustado.
    Un abrazo agradecido.

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  6. Te dejo el enlace a tu entrada.
    Otro abrazo


    http://beatrizsalas10.blogspot.com/2011/09/charo-bustos-cruz-amame-esta-noche-del.html

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