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viernes, 22 de mayo de 2009

LA PRIMAVERA


Me gustaría ser pajarillo para poder volar sin parar y poder buscar por el mundo todas las cosas buenas y bellas que se encuentran escondidas en la naturaleza, en cada recóndito rincón de la tierra, poder escudriñar la belleza de la luz, del aire, del mar y de la mente de las personas que saben perdonar... y son capaces de amar.
Ha llegado la primavera: esta mañana me ha despertado el olor a azahar, el canto de los pájaros y los dorados rayos de luz que entran por las rendijas de la ventana; no he necesitado que me llame el despertador. Sin dudarlo, de un impulso, me he levantado con gran ilusión porque ha llegado un nuevo día. Puedo vivir, deleitarme y recrearme con tantas cosas bellas como me brinda la vida; sentarme a la orilla del mar, de este mar de Motril y ver el ir y venir del movimiento suave de las olas.
¡Es tan sencillo! poner una planta en la tierra, regarla y esperar a ver que pasa…Un día aparece un pequeño brotecillo, más tarde, unas hojas, y más hojas, formándose un gran árbol que nos cubre y nos cobija con sus espesas ramas.
Un retoño: llevo dentro de mí un nuevo ser que cambia toda mi vida, noto como mi cintura se ensancha, cómo aumentan mis pequeños pechos y mis carnes se desgarran…todo en mi cuerpo cambia y se transforma, siento que duele, empuja y a la vez me alegra, todo al mismo tiempo y cuando mis pechos lo amamantan es algo maravilloso: es dolor, ternura y amor.
La vida se parte en dos. ¡Ay dolor! Un dolor que no duele, un dolor que sólo es amor.

1º premio de mayores 2011.